Síndrome de
Down
Actividades para mejorar la atención
Tener
una buena atención es indispensable para llegar en un futuro a tener una
completa autonomía y poder realizar las actividades que se quieran sin ayuda de
otra persona. Esto puede ser algo muy importante para cualquier persona, pero
es determinante para aquellas que tienen alguna discapacidad.
A
continuación, os presentamos dos ejercicios que pueden ayudarte a fomentar la
atención en niños con Síndrome de Down:
1.
Cuéntame un cuento
Procedimiento: Una de las actividades que puedes realizar si quieres
mejorar la atención de los niños es contarles un cuento y a continuación
hacerles preguntas sobre sus protagonistas y lo que ha ocurrido.
Para
ello, tienes que elegir un cuento que les guste y les cree curiosidad.
Normalmente, las fábulas suelen ser más divertidas y pueden además, aprender de
sus moralejas.
Una
vez que el profesor ha terminado de contar el cuento o la fábula. Tiene que
hacer preguntas a los niños para corroborar que se han enterado y que han
comprendido la historia. Por ello, preguntas tales como: ¿Quién es el
protagonista?, ¿Cómo se llama?, ¿Qué le ha ocurrido? nos ayudarán a saber el
grado de comprensión.
Material: Cuentos y fábulas. Aquí puedes encontrar una lista de fábulas.
Consejos: El profesor mientras está contando el cuento tiene que
asumir los roles de los personajes e ir cambiando la voz, con el fin de hacer
más entretenida la actividad y despertar la curiosidad en los niños.
Dependiendo del nivel académico y de comprensión que tengan los niños, se irán
además intercalando preguntas relevantes.
2.
¡Somos músicos!
Procedimiento: La música puede ayudar a los niños con Síndrome de
Down a desarrollar y mejorar su atención. Una de las formas más divertidas de
trabajarla es escuchando canciones. Los niños mientras la escuchan tienen que
hacer diferentes ejercicios, como por ejemplo: dar palmas siguiendo el ritmo,
dar saltos, mover las manos hacia arriba etc.
Lo
ideal es poner diferentes estilos de música donde los ritmos sean diferentes
para irlos intercalando. Este tipo de ejercicio también se puede realizar con
instrumentos de percusión como el triángulo o el tambor. La idea sería la
misma, que al ritmo de la música los toquen.
La
distribución que yo siempre he utilizado para realizar esta actividad, es que
los niños se coloquen en círculo, ya que así podrán moverse y seguir el ritmo
de la música más cómodamente. Si alguno de ellos falla, quedará eliminado y
ayudará a sus compañeros a realizar la actividad.
Material: Instrumentos musicales, en el caso de que se prefiera
realizar la actividad de este modo.
Consejos: Para que la actividad sea más dinámica, es
aconsejable que se intercalen los diferentes tipos de canciones comenzando por
las que presentan un ritmo lento y terminando con aquellas que son más movidas.
De esta forma, se irá aumentando el nivel de dificultad.
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