1. Palabras encadenadas
En este juego popular, se empieza la siguiente palabra a partir de la última sílaba de la anterior. Vocabulario y agilidad mental, ¡dos por uno!
2. Objetos ocultos
Coloca diez objetos en una mesa, contémplalos durante un minuto y después tápalos con un trapo grande. Recita en voz alta todos aquellos que recuerdes. Puedes subir el número de objetos a esconder para aumentar la dificultad. Puedes realizar este ejercicio también con palabras: se lee una lista durante un minuto, se le da la vuelta a la hoja y se intentan recordar todos los elementos.
3. Dibuja mapas
Intenta plasmar en papel las rutas que has seguido ese día o el día anterior para regresar a casa. Pueden ser caminos conocidos o nuevos. Trata de indicar los establecimientos que encuentras, las estaciones, nombres de calles, etc.
4. El palacio de los recuerdos
Se le conoce también por el «método loci», por el que dibujamos un recorrido en nuestra mente (por ejemplo, las paradas de metro que hacemos siempre o las habitaciones de nuestra casa). Si tenemos que recordar una lista, asociar cada ítem a una parada o a una habitación nos ayudará a hacerlo.
Actividades para mejorar la memoria específicas
5. Ejercicio de memoria visual
Observa un dibujo durante un minuto. No debe ser una composición excesivamente enrevesada. Pasado este tiempo, intenta reproducir la imagen en un papel con todos los detalles posibles.
6. Ejercicio de memoria espacial
Además del ya mencionado «método loci», intenta llevar a cabo diferentes actividades en casa a oscuras o con los ojos vendados. No solo trabajas la memoria, sino también la orientación.
7. Ejercicio de memoria a corto plazo
Encontrar las diferencias entre dos imágenes potencia este tipo de memoria.
8. Ejercicio de memoria a largo plazo
Se trata de responder preguntas sobre tu vida, directa o indirectamente. Por ejemplo: ¿qué cené ayer?, ¿cómo se llama el presentador de mi programa favorito?, ¿en qué año terminé mis estudios?, ¿qué día es el cumpleaños de mi padre?
9. Ejercicio de memoria selectiva
Se colocan parejas de cartas boca a bajo y mezcladas. Se le da la vuelta a una carta y si al voltear la siguiente es la misma, se dejan ambas boca arriba. Si no, se vuelven a poner boca abajo. También ejercita la memoria de trabajo.
10. Ejercicio de memoria olfativa
Relacionar una tarea específica con un olor permite que posteriormente se recuerde mejor. Por ejemplo, si masticas un chicle de menta a la hora de estudiar, en el examen accederás mejor a esa información si también lo haces.
11. Ejercicio de memoria semántica
Aunque interpretar la hora resulte sencillo, no lo es tanto para quienes padecen demencia leve. Practicar la lectura de la hora es una buena forma de entrenar su memoria.
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