Muchas veces en casa nos centramos en trabajar la motricidad fina, pero es igual de importante trabajar las habilidades motoras gruesas controlar el uso de los músculos más grandes del cuerpo. La motricidad gruesa es la capacidad del cuerpo para mover los músculos de manera coordinada, la agilidad, la fuerza, el equilibrio y la velocidad de movimientos corporales. Todo ello ayudará en el desarrollo de las habilidades de escritura y precisión, además de reforzar los movimientos finos coordinados entre ojos y manos, una mejor concentración y a tener ubicación espacial.
¿Cómo se trabaja la motricidad gruesa? Es fácil, seguro que tu peque lo hace todos los días un montón de veces: gatear, saltar, bailar, correr, escalar, agacharse, estar de pie… También están trabajando sus músculos y perfeccionando sus capacidades motoras cuando van al parque, a nadar, montan en bici, etc. Pero, además, podemos estimularlo, trabajar y perfeccionar esos movimientos con ejercicios y juegos ¡Y no es necesario disponer de grandes espacios!
Las actividades que hoy te propongo son fáciles, con poco material y se pueden hacer sin tener jardín ni salir de casa, incluso si vivís en un piso de 70m2 como el nuestro.
1. Derrumba la Pirámide
Reúne latas o envases de yogur vacíos, crea una pelota con papel aluminio y ¡ya tenemos un súper juego!
Podemos jugar de pie, sentados, sobre una mesa, en el suelo… Sólo hay que alejar un poco al peque de la pirámide y animarle a apuntar y derribar.
Trabajamos la puntería, el control de fuerza, las distancias y la coordinación de movimientos.
Consejo: los yogures vacíos no hacen nada de ruido al caer (por si tenéis vecinos y no queréis molestar mucho).
2. Saltar de baldosa en baldosa
Utiliza cinta adhesiva de diferentes colores, dibuja cruces en el suelo y empezamos el juego. Primero sólo podemos ir de un sitio a otro saltando por las blancas, luego por las rojas, después podemos pisar todas menos las negras… ¿Y si lo acabamos convertiendo en un twister casero?
3. Pintamos con los Pies
Para pintar hay que intentar moverse de manera coordinada y armónica para no caerse y no salirse del lienzo. Sólo necesitas un poco de pintura y un rollo de papel.
Consejo: Utiliza una pintura que sea fácil de quitar y asegura el papel con cinta al suelo para evitar que se arrugue y se estropee.
Trabajamos principalmente el equilibrio y los movimientos coordinados, ambos indispensables para desarrollar la motricidad gruesa.
4. Hacemos muecas en el espejo
Si, hacer muecas y gesticular también ayuda a un mejor desarrollo de sus músculos.
Puede imitarte a ti, o puedes ofrecerle fotos que vayas encontrando.
No te limites a muecas faciales, añade posturas corporales. Es divertido, sencillo y empezará a ver cómo puede controlar sus movimientos y gestos.
5. Reunión de Globos para estimular la motricidad gruesa
Esconde globos por toda la casa, elige sitios dónde tenga que agacharse, subir… y que los lleve de uno en uno al lugar elegido, por ejemplo debajo de una mesa, en un cuadrado dibujado en el suelo…
Yo puse una cuerda debajo de una mesa (en alto) y cada vez que llegaba con un globo (corriendo de la emoción) se escapaba los que ya tenía reunidos (el objetivo es que estén en un espacio limitado). ¿Por qué se escapan? Al final no sólo empezó a frenar cuando llegaba al lugar elegido si no que ella solita pensó que si bajaba la cuerda serviría para encerrarlos y que no se escaparan.
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