Cantar es una actividad interactiva que ayuda a los niños, especialmente a aquellos con trastornos del espectro autista (TEA), a aprender de la interacción social.
Se puede trabajar desde tararear, tocar instrumentos musicales, creación de cotidiáfonos o hacer ruidos sin palabras.
Cantar también les proporciona una estimulación sensorial muy necesaria.
En combinación con el baile y el movimiento, la música le brinda a los niños la oportunidad de establecer relaciones espaciales, memorizar coreografías, pensar en simultaneo en el movimiento y el canto, lo que ayuda al desarrollo general del cerebro.
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