- Se deben intercalar tareas poco motivadoras o que requieran una respuesta pasiva, con tareas interesantes y que demanden una respuesta activa. De esta manera, al hacer los deberes, debemos intercalar las tareas que requieran mayor esfuerzo con las que resultan más fáciles o agradables, para que los pequeños no se inquieten ni se cansen. Así, alternando descansos y ratos de actividad les será más fácil centrar su atención y concentrarse cuándo llegue el rato del estudio y del trabajo.
- También, en este aspecto, puede ser de ayuda alternar la lección con breves períodos de ejercicio físico.
- Asimismo, en el ámbito escolar, es mejor programar las asignaturas “difíciles” para la mañana y las materias más activas para la tarde.
- Al igual que, una vez en casa, se planifiquen los tiempos de ocio (juegos de ordenador, ver la televisión,..) con los de estudio o trabajo, debiendo los padres hacerlos “responsables” de sus actos, enseñándoles a ser consecuente con ellos.
- Preparar listas con las cosas que ha de hacer les ayuda a organizarse y a controlar mejor su ansiedad.
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