El juego se efectúa de la siguiente manera: los niños deben mirar a la docente mientras que ella dice: Simón dice que… “nos toquemos la cabeza”, entonces los niños deben todos obedecer lo que dice la maestra.
Pero si la maestra no dice “simón dice” y da una orden, entonces los niños no deben obedecerla. Por ejemplo:
“Simón dice … que nos paremos en un pie” (entonces los niños deben pararse en un pie).
“Ahora nos tenemos que sentar”, dice luego la maestra, pero como no dijo “Simón dice” los niños no deberían sentarse hasta que no se diga el enunciado “Simón dice”.
Con este juego reforzamos la capacidad de escucha de los niños, estimulamos la necesidad de acatar órdenes y fomentamos su coordinación motora e intelectual.
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