Manualidades para niños con discapacidad intelectual
Los jóvenes con capacidades diferentes pueden llegar a sentirse personas inútiles cuando pasas excesivo tiempo de ocio sin nada a que dedicarse. Los trabajos manuales constituyen para ellos un aliciente a su creatividad y a su realización personal.
Que las labores pretecnológicas beneficien capacidad de concentración infantil, les servirá para entrenar su capacidad de estudio. Ciertas patologías producen tendencia a la distracción, y las manualidades les ayudarán a paliar ese problema en la vida diaria, laboral y académica del joven.
Con los trabajos manuales, el niño aprende a superar el miedo al fracaso y a dominarse a sí mismo. Consigue aplicar las técnicas con calma y aprende a escuchar, entender y aplicar las indicaciones que se le proporcionan. Gracias a la mecánica de las actividades, los jóvenes ganan en poder de decisión, pues ya se hacen cargo de diversos parámetros de las actividades, tales como los colores y formas de sus creaciones.
Los trabajos de pretecnología, sirven al doble objetivo de proporcionarles terapia, e introducirles en el mundo laboral (terapia educacional y educativa). Algunas manualidades les pueden servir de formación profesional en oficios que desempeñar en su vida adulta.


Papiroflexia
La papiroflexia, o el origami japonés, consisten en la elaboración de figuras mediante el plegado de una hoja de papel. Al igual que la costura, la papiroflexia ofrece beneficios al joven discapacitado en forma de mejoría motora y de concentración. La papiroflexia mejora la motricidad fina, como puede ser la coordinación de la mano y de la vista.
Las principales ventajas de esta actividad pretecnológica consisten en la facilidad de conseguir materiales baratos y abundantes para su realización, y la sencillez de las instrucciones que se deben dar a los pequeños, que les permiten seguir los ejercicios con facilidad.
Pintura
Las personas que sufren trastornos mentales, tanto niños como adultos, suelen experimentar dificultades a la hora de manifestar sus sentimientos. Pintura, dibujo o moldeado les aportan el lenguaje que suele faltarles cuando necesitan expresar cómo se sienten. Pueden pintar, dibujar o construir sus emociones a través de sus manos.
Las actividades grupales mejoran la socialización de los pequeños. Con pinceles, brochas, esponjas, o cepillos un grupo de pequeños pueden elaborar un dibujo grande o un mural en una pared, y sentirse plenamente realizados.
Costura
Coser produce un efecto relajante. Afina el desarrollo de la capacidad motora y posee la capacidad de calmar a quien ejecuta las técnicas. Punto, tejido o ganchillo son labores artesanas que mejoran la concentración y el ánimo de las personas discapacitadas.
Un paso previo a la realización de las manualidades consiste en permitir que el pequeño se familiarice con los materiales. Una vez que se sienta cómodo con la lana, el hijo, o las agujas, se le puede enseñar el contenido de la actividad. Después, que elijan sus patrones y se lancen a elaborar arte con aguja e hilo.
Carpintería
La carpintería en general, la marquetería y la ebanistería son artes que potencian las facultades creadoras de los pequeños. Además les sirven de entrenamiento laboral y como una forma ligera de gimnasia gracias a los movimientos requeridos para utilizar las herramientas.
La carpintería resulta la actividad manual idónea para los jóvenes cuya enfermedad les produce agresividad o comportamiento nervioso. El manejo de herramientas les sirve para desahogar su agresividad física en forma de energía creativa. Se calman y enfocan su pensamiento en la actividad de crear algo, en vez de en comportamientos destructivos.
Es también la actividad que, prolongada como formación profesional, les puede deparar a los jóvenes un futuro laboral con el aprendizaje de un oficio.
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